La noticia venía de Guaranda. La cita para elegir a la nueva dirigencia del Partido Socialista terminó en agresiones físicas y verbales. La cúpula fue tomada por la línea que apoya al Gobierno. El Partido Socialista -o lo que queda de él- es una antigua corriente ideológica que tuvo importancia en el Ecuador en el primer cuarto del siglo pasado.
Antes, las corrientes conservadora y liberal dominaron el espectro político desde el advenimiento de la República y en el turbulento siglo XIX.
La izquierda tuvo en el Partido Socialista su primer signo visible. Presentó en varias ocasiones candidaturas presidenciales y llegó a ocupar la Vicepresidencia del Congreso. Otras vertientes más radicales de la izquierda sobrevivieron. El FADI se fusionó más tarde con el Partido Socialista.
A raíz del proceso de demolición de la institucionalidad y de los viejos partidos que empezó desde el primer triunfo electoral de Rafael Correa, la dirigencia del histórico partido se dividió. El ala oficialista terminó por reducir a la mínima expresión su representación, tanto que desde el 24 de Mayo tendrá solo un asambleísta.
La corriente oficialista en el poder acabó con el símbolo del partido y la cita de Guaranda, más allá de la condenable agresión contra el historiador Enrique Ayala, muestra la decadencia de las ideas que sucumben ante el garrote y la imposición.