La Municipalidad quiteña debe asumir el control de las tarifas. El alcalde Mauricio Rodas busca apoyo del Concejo al subsidio.
Hace un mes, y tras una serie de reuniones técnicas, no desprovistas de debates y divergencias, el Alcalde y los representantes de los choferes llegaron a trazar las líneas generales de un acuerdo.
Ese compromiso, puesto hoy en blanco y negro, supone mantener un subsidio de USD 20,7 millones anuales para las 2 385 unidades de transporte que operan en Quito. El dinero lo cubrirá la Municipalidad luego de una reingeniería financiera.
La entrega por cada unidad individual fluctuará entre USD 450 a 1 000, según el grado de compromiso de cambio alcanzado y siempre en función del irrestricto cumplimiento de los puntos estipulados.
Lo primordial será la renovación del parque automotor, la mejora sustancial del trato a los usuarios y las comodidades en los autobuses y en las paradas.
El acceso de las personas con capacidades físicas limitadas es una condición sine qua non para que el subsidio opere y se aplicará de modo paulatino.
Los transportes que ya tengan dispositivos tecnológicos avanzados para activar la caja común serán los receptores de los montos más altos y porcentualmente los otros parámetros de medición se aplicarán hasta llegar a la entrega más baja de USD 450 o incluso a la supresión del pago, si no hay cabal cumplimiento.
Este acuerdo, si es apoyado por la mayoría del Concejo, permitiría que la tarifa no suba, beneficiando al usuario con la mejora de la calidad de la operación.