‘Yo tengo un sueño’, la frase conmovió a la sociedad norteamericana un día como hoy, hace 50 años. Era la gran marcha en Washington y la pronunciaba Martin Luther King, activista y luchador en pro de los derechos civiles de los afrodescendientes en Estados Unidos. El discurso, pronunciado por Luther King se puede escuchar gracias la tecnología y se puede advertir su voz y su firmeza, especialmente los afanes de libertad que le inspiraron al joven abogado y pastor que resumían la larga lucha de su pueblo por la libertad y el ejercicio de sus derechos.
El discurso se pronunció en Washington, capital de EE.UU., al pie del monumento a Abraham Lincoln, presidente republicano que decretó la abolición de la esclavitud que sumió al país en la guerra de secesión, a cuyo fin se suscitó la liberación de los esclavos procedentes de África.
Luther King dijo que 100 años después de esas luchas la liberación no se había completado. Hoy, pese a los avances de los derechos civiles, EE.UU. apenas si ha tenido un Presidente por cuyas venas corre sangre africana, pero la discriminación y la tarea de la libertad y la igualdad de derechos continúa siendo un sueño incompleto. Por eso es que ahora vale recordar en su fondo y su proyección el mensaje de libertad de Martin Luther King, asesinado por defender sus ideas y la lucha legítima y altiva de su pueblo que una bala ahogó en Memphis en abril de 1968.