La cita de los presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia, y Nicolás Maduro, de Venezuela, se materializará hoy.
El encuentro, que se llevará a cabo en Quito, ofrece una opción, acaso clave, para que ambos mandatarios busquen una salida a la crisis humanitaria en la frontera entre ambas naciones vecinas.
Las decisión unilateral del presidente Nicolás Maduro de cerrar la frontera entre el Estado del Táchira, en su país, y el departamento Norte de Santander, en Colombia, tuvo como consecuencia negativa los miles de colombianos desplazados y que volvieron a su tierra, en algunos casos luego de años de vivir en Venezuela. En esa línea los discursos altisonantes, las palabras duras y la postura política radical nada ayudan. Aunque parezcan dar réditos internos para quienes tienen otros problemas sin resolver, agravan la crisis.
Hace una semana las ministras de Relaciones Exteriores de ambas naciones se reunieron en Quito con el Canciller titular ecuatoriano, quien hizo un alto a sus tareas políticas mientras estaba de vacaciones de su agenda internacional.
El frustrado encuentro presidencial que entonces se mostró, ha logrado, sin embargo, revertirse.
Santos y Maduro deberán dejar sus diferencias a un lado y buscar una salida a la crisis humanitaria. Pensar bien antes de hablar y ser generosos de espíritu son condiciones imprescindibles. Para ello la tarea de los presidentes de Uruguay y de Ecuador deberá ser cordial y facilitadora. Que todo termine bien.