Esta es una semana importante para la administración pública en el Ecuador, con el cambio que se verificará mañana en los gobiernos seccionales. Las nuevas autoridades tienen el reto de conseguir recursos, pues la crisis ha causado una deuda fiscal que suma USD 80,9 millones, en el caso de las prefecturas, según Finanzas.
La infraestructura, el impulso a la producción y los emprendimientos son las líneas de trabajo principales que se han trazado los prefectos, por ejemplo, para los siguientes cuatro años. Pero el problema latente es que al no contar con todas las asignaciones no se han puesto en marcha competencias tales como el riego.
En los gobiernos municipales, los retos son terminar de construir los proyectos de agua potable y alcantarillado, apuntalar las competencias de tránsito para mejorar la movilidad e impulsar el desarrollo urbano.
Para los gobiernos locales de la Amazonía empezará el gran desafío de ejecutar los planes con los cerca de USD 400 millones que les llegarán este año por las ventas de petróleo.
Se trata de un nuevo momento, también porque en los comicios del 24 de marzo el tablero político se reconfiguró. El 74% de las prefecturas fue ganado por el Partido Social Cristiano, Pachakutik y Democracia Sí, ya sea solos o con alianzas.
En cuanto a las alcaldías, el 49% fue logrado en alianzas. También prevalecen PSC y Pachakutik, aunque tienen presencia, en menor medida, también los representantes del oficialista Alianza País y de Creo.
Hay otras novedades cuando se analizan los datos en detalle: los electores de 23 cantones optaron por dar su voto a mileniales para que lideraran sus gobiernos municipales. Se castigó, en general, el continuismo.
Siempre según los análisis de El Comercio Data, la dispersión del voto fue el denominador común en las elecciones de alcaldías y prefecturas. Y aunque hay avances en el voto para la mujer, los hombres siguen siendo mayoría en las dos dignidades.
En suma, hay un panorama distinto y desafiante para los gobiernos seccionales, así como la necesidad de cambiar las reglas de juego electoral.