Ayer se celebró el Día Mundial del Reciclaje. Este Diario, sensible a ese tema, publicó un especial sobre esta actividad que ayuda a cuidar el ecosistema y que forma parte de una cadena productiva y artística. El tratamiento de los residuos que produce el ser humano es prioritario en estos tiempos de perpetuo daño a la naturaleza.
En las calles de las ciudades casi no existen tachos de basura diferenciados para plástico, papel y biodegradables; en un mismo recipiente cabe todo. Es más, las distintas urbes del país carecen incluso de basureros comunes y corrientes.
En los hogares ecuatorianos tampoco hay una práctica de separación de desechos y menos se piensa en el compost. Tampoco hay un servicio de recolección de residuos orgánicos para quienes viven en espacios sin un patio pequeño.
Falta mucho aún para que el país se monte a la ola del reciclaje, a pesar de que puede ser una fuente de ingresos para los hogares. Hay industrias, emprendedores, personas con alta creatividad y conocimiento que sacan provecho de lo reusable para generar productos, energía e incluso arte. La industria verde es, pese al desconocimiento de muchos, el porvenir de la economía.
Sin embargo, no solo debiera pensarse en el futuro industrial, sino en el presente laboral de quienes se dedican a hurgar entre los basureros de las ciudades. El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) recién está elaborando un censo para saber cuántos ‘minadores’, tal como se los ha llamado, trabajan en esta actividad, que en principio es insalubre. No solo que reciben migajas por lo recolectado y no cuentan con un ingreso fijo, sino que no acceden a la seguridad social. Son familias enteras que mañana y noche recorren varias cuadras para separar lo que otros desechamos, según se puede constatar a simple vista.
Mayormente, son las nuevas generaciones las que más están pendientes de separar diferenciadamente los residuos, pero toda población debiera volcarse a esta tarea; así se facilitaría el trabajo de quienes en condiciones adversas cumplen con una encomiable labor que redunda en bien de la humanidad.