RAFAEL CORREA EN RUSIA

La primera estación de la gira presidencial en San Petersburgo y Moscú es un reflejo de la buena salud de las relaciones entre el Presidente ecuatoriano y el Mandatario ruso. Es la segunda visita presidencial en casi siete años de mandato a un país gobernado por un exagente de la poderosa agencia de servicio secreto de la ex-Unión Soviética, que busca ubicarse en el concierto mundial entre las potencias EE.UU. y China Popular.

Empréstitos por USD 370 millones con bancos rusos de desarrollo, proyectos de energía como el de termo gas de Machala, exploración del gas del Golfo de Guayaquil -con la poderosa Gazprom-, acuerdos para potenciar la energía eléctrica y proyectos multipropósito, además de un estudio para tender una red de 1 800 km de trenes para llevar carga a los cuatro puertos del país están en la agenda. Además, cooperación en materia educativa para respaldar el proyecto Yachay.

La gira contó con una numerosa delegación de empresarios ecuatorianos en busca de ampliar mercados. Rusia es el tercer país al que se vende productos ecuatorianos no petroleros como el banano, las flores y el camarón. Además, según la información oficial, tenemos superávit comercial.

La visita no estuvo exenta de actos protocolarios frente a íconos del antiguo imperio de los zares y la potencia comunista (URSS) y solemnes ceremonias de honores militares, toda una simbología del poder ruso, en tiempos de capi talismo.

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