A pocos días de la nueva medida de restricción vehicular, decidida por la administración municipal, es tarea de todos prepararse.
Esta restricción se aplicará desde el 9 de septiembre y amplía la del pico y placa que primó durante más de una década y que, como se advirtió desde el principio, daría un respiro parcial.
Los autos privados, motos y taxis deberán abstenerse de circular un día a la semana, desde las 05:00 hasta las 20:00, en atención al número final de la placa, tal y como opera en los ciclos restrictivos actualmente.
La resolución, que se anunció que en principio estaría en vigor mientras se repavimentan zonas cruciales en la ciudad, se maneja con un perímetro similar al del pico y placa.
El tema de fondo y que explica una medida extrema como la ya adoptada en otras capitales y en diferentes tiempos, es la pésima calidad del transporte público, la caótica distribución de rutas de los buses y el retardo en la operación del Metro que, por principio, debiera agilizarse.
Mientras se incrementan los pasajes urbanos, los vecinos de Quito se preguntan cuándo se mejorará el calamitoso servicio, la comodidad y la seguridad, parte del todo que hace el vivir cotidiano de más del 70% de habitantes capitalinos.
A ello se suma la falta de estacionamientos suficientes, lo cual en días pasados trajo contratiempos a los propietarios de autos privados; hay una cuantificación de las ventajas de no ocupar indiscriminadamente las calles con ese propósito.
En cuanto a la restricción de ‘Hoy no circula’, hay varias claves que deben tomarse en cuenta. El Municipio debe diseñar alternativas para el reparto de alimentos y otros insumos en horas no tan congestionadas, sobre todo de aquellos bienes perecibles o de los que no pueden faltar en la cotidianidad de una ciudad.
Se requiere sensibilidad en el diseño de alternativas válidas y razonables. Se sabe que la autoridad está estudiando el tema caso por caso.
Pero hay que ir pronto a una visión integral con un plan completo y ordenado del transporte público, por la calidad de vida de la gente.