Empieza el año 2016 lleno de inquietudes y expectativas, especialmente en el marco de la movilidad, convertida desde hace un buen tiempo en la principal preocupación de los vecinos de Quito.
Grandes obras espera la ciudad. El inicio de la construcción de la Fase II del sistema de Metro, los aerocables, que unirán varios barrios populares, y los pasos a desnivel, que servirán para descongestionar el tráfico en puntos neurálgicos de la ciudad, componen el mapa de grandes retos.
Los quiteños y vecinos de la capital debemos comprender que obras de esta magnitud suponen grandes sacrificios y el reordenamiento de las vías de circulación y de los hábitos de movilidad.
Mientras se construyen los pasos a desnivel y las estaciones del Metro y se colocan las columnas de los cables, se espera que las adecuaciones en las estaciones del Trole y de la Ecovía vayan concluyendo.Además, se deben incorporar paulatinamente nuevas unidades de buses biarticulados, lo que aliviará la aglomeración en los sistemas y se podrá incrementar, también poco a poco, las frecuencias en estas dos importantes rutas de transporte.
A los gestores del Municipio hay que pedirles celeridad y dedicación en los procesos constructivos. Al Gobierno, los recursos ofrecidos para que las obras se cumplan en los plazos, y a los bloques de los concejales, generosidad para no bloquear la gestión de la Alcaldía.
Afrontar el reto de modo programado y colaborativo: la tarea colectiva de 2016.