El país se jugará su futuro democrático y económico durante los próximos cuatro años en las votaciones del 2017.
La campaña electoral se viene corta. Las normas rígidas y hasta restrictivas para los espacios de los candidatos muchas veces contrastan con la abundante propaganda oficial que pudiera beneficiar a las listas del oficialismo.
Es por eso que una actitud ponderada del periodismo serio y libre debe buscar opciones para que el voto de los ciudadanos sea informado y meditado.
El mero seguimiento de los candidatos, el registro de sus discursos y el mapa de sus recorridos suele quedarse corto a la hora de plantear los temas fundamentales que debieran interesar.
Más allá de los planes que exige la autoridad electoral y que constan en las páginas de partidos, movimientos y del propio Consejo Electoral, todos sabemos que los ciudadanos no siempre los revisan ni estudian. El voto suele ser emocional y no siempre racional.
EL COMERCIO empezó a poner en escena una serie de temas que buscan definiciones de los candidatos presidenciales sobre la institucionalidad, la política, las reformas fundamentales y los grandes temas económicos y sociales que aquejan al país y de los que dependerá su futuro. Formatos asequibles, ideas claras, desprovistas de palabrería y sin demagogia son las claves para que la gente llegue a las urnas con suficiente información que le permita elegir en libertad. No solo es cuestión de votar, es todo un compromiso.