Largas filas de afiliados y pensionistas que buscaban un turno médico se formaron ayer afuera del Hospital IESS Quito Sur, ubicado en el sector de El Recreo. Las razones del hecho no están claras puesto que la empresa que maneja el call center de agendamiento de citas mantendrá el servicio hasta mediados de este mes; el gerente del hospital dijo que la masiva presencia de personas obedecía a una aparente e inconsulta derivación de pacientes desde otras unidades de salud de la institución.
El hecho, más allá de la aparente anécdota, muestra los problemas que enfrenta el sistema de seguridad social ecuatoriano y que afecta y amenaza los servicios que esperan de él tanto quienes pagan su mensualidad como quienes cobran su jubilación.
Lo cierto es que el Seguro Social atraviesa un serio déficit de ingresos frente a las inversiones y gastos que requieren tanto el seguro de salud como el de pensiones; esto ya es público y notorio en el caso del primero y pone en peligro a futuro el pago de pensiones y de montepíos a viudas y huérfanos.
La solución a este problema requiere de la participación de todos quienes integran el sistema de aseguramiento: autoridades y funcionarios del propio IESS, afiliados, empresarios, jubilados y, también, el Estado, como patrono de miles de empleados públicos y aportante (aunque en deuda) de buena parte de los recursos que alimentan al Seguro Social.
La salida por supuesto que no es fácil y necesita del aporte de todos; de nada vale cerrar los ojos y decir, simplemente, “yo ya hago lo mío”. Ante la magnitud del problema que se avecina, deben primar las actitudes pragmáticas. Deben analizarse, por ejemplo, opciones como aumentar el porcentaje de aporte, tanto desde el punto de vista del afiliado como de los patronos, aunque sea en un nivel pequeño; no estaría de más, tampoco, pensar en incrementar en algo el tiempo de aportaciones; valdría analizar, también, las condiciones en que se brinda atención de salud a familiares de los afiliados. Lo que no cuenta es encogerse de hombros y esperar que el Estado resuelva todo.