El Ecuador se ha visto beneficiado durante varios años de un alza constante del precio internacional del petróleo. Ahora la situación parece cambiar.
Aunque es un tema complejo de pronosticar, hay varios factores que marcarían la rebaja. Entre ellos, la situación geopolítica en Oriente Medio y Asia, y la incorporación cada vez más voluminosa del petróleo de esquisto en Estados Unidos, uno de los mayores productores que además acumula reservas gigantescas de crudo.
La modificación de las reservas de EE.UU. hace que cada vez dependa menos de la producción de otros países, lo que mantuvo, durante los últimos años, las ventas en alza para Estados como Ecuador.
El otro aspecto clave ha sido el de la tensión en Irán. Por lo visto, la confrontación con EE.UU. y otros países occidentales ha bajado de tono. El compromiso de Irán de dedicar sus plantas nucleares a fines pacíficos y el cambio de su Presidente, tras años de un radical anti Occidente, hace prever que Irán podrá vender sus grandes volúmenes de producción a varios países transformando el mercado.
Para el Ecuador el tema es crucial. Si bien es cierto que en el rubro ingresos la carga impositiva ha cobrado vigor, el Presupuesto de más de USD 36 000 millones cifra un precio promedio del barril de USD 86,40.
Por ahora, el crudo marcador cae y el diferencial hace que nuestro petróleo esté por debajo de las estimaciones oficiales. Se prenden las alertas.