El cierre de las elecciones primarias de los tantos partidos y movimientos deja lecciones y obliga a correcciones.
Las primarias debieran ser una foto de la realidad de los afiliados y militantes. Lo ideal es una elección universal de ese padrón bien tamizado.
Pero la modalidad de elección en urna ahora no se pudo hacer. La delegación a un colegio electoral o la directiva tomando la decisión por los afiliados no son modelos ideales.
Las primarias nos permiten esbozar lo que será un ejercicio de campaña presidencial atípico, con un conglomerado todavía tímido por la pandemia y sin entusiasmo.
Una falta de emoción que contrasta con la proliferación ad infinitum de precandidatos. A la elección para alcalde y prefectos llegaron a inscribirse 80 000 postulantes.
Por ahora, las precandidaturas presidenciales son 16. Habría que estudiar lo que sucedió, ya que la idea de estimular las alianzas apenas prosperó para tres de ellas, en la amplia sábana que, por hoy, es la papeleta.
Veamos si en el camino algunas agrupaciones desisten -o no pueden perfeccionar su participación- hasta la etapa de inscripción oficial, que va del 17 de septiembre al 8 de octubre.
Todavía algunas precandidaturas pueden morir en el intento. Otra opción es apoyar a alguno de los binomios ya preanunciados.
Luego vendrá la etapa larga de impugnaciones y calificaciones, hasta que los admitidos lleguen a la línea de partida en el inicio del año 2021.
En esta precampaña, tan atípica por ser en la práctica la primera que aplicó primarias, se deberá tomar nota de lo sucedido para hacer una preselección más abierta dentro de los partidos. Que sea un ejercicio democrático y no un capricho u olfato de los caudillos y los directivos.
Lo cierto es que un país con 280 partidos y movimientos no va a ninguna parte y muestra una inmensa y perjudicial dispersión política.
Es de esperar que la gente exija a los candidatos soluciones para crear empleo, reconstruir la economía, combatir la corrupción, fortalecer la seguridad y mejorar la educación y la salud. ¿Será mucho pedir?