El plan minero va lento
La leyenda del ‘tesoro de Atahualpa’ parecía hacerse realidad con los discursos, expectativas y promesas del Régimen.
Pero el proceso de la inversión minera avanza lentamente y las ventajas que esperaban varias de las empresas internacionales que invierten en esta actividad a escala mundial no han llegado.
Muchos hubiesen pensado, a juzgar por los anuncios oficiales, que la minería iba a sustituir en un futuro cercano a las reservas del crudo y que esta actividad sustentaría los planes de desarrollo.
En marzo del 2011, las autoridades del Ministerio del ramo hablaban de ingresos de USD 7 000 millones. Para marzo del 2012, en cambio, se firmaba un contrato con la empresa china Ecuacorriente.
Las expectativas eran formidables. El cobre se cotizaba en USD 4 la libra y entonces los posibles ingresos para el Estado se cifraban en USD 4 400 millones.
Hoy ese precio ha caído a USD 3 la libra, lo cual permite cuantificar los ingresos en USD 3 300 millones. Pero el proyecto Mirador camina a paso lento.En su momento se calculó en USD 185 400 millones el potencial en minería entre todos los proyectos y sumando todos los metales existentes.
Hoy, la empresa estadounidense Kinross no termina de cerrar la modalidad de sus contratos (campo Fruto del Norte) y la única que trabaja en Quimsacocha es la empresa canadiense IMC.
En los últimos días se ha vuelto a hablar de estímulos tributarios para impulsar la inversión minera. Hasta tanto, la actividad seguirá en el plano de la quimera.