El complejo sistema de intercambiadores de tránsito de Carapungo, al norte de la capital, se abre oficialmente el lunes.
El paso está habilitado parcialmente y luego de su inauguración se lo tendrá disponible para uso pleno de los 89 000 automotores que circulan por esa zona.
El nudo gordiano que se fue formando paulatinamente en la conjunción de la avenida Simón Bolívar con la Panamericana Norte y el paso obligado hacia Carapungo, un populoso barrio capitalino, quedará desatado y el flujo vehicular se espera que se dinamice.
En las últimas semanas la apertura paulatina supuso algunas dificultades mientras faltaba asfalto, señalética y luminarias pero para el lunes, además del inicio del retono a las clases en Quito, se espera que todo esté expedito, según han comprometido las autoridades municipales responsables de la obra.
La reportería de Diario EL COMERCIO en el sitio de la crucial obra -que se tiene por el intercambiador más grande de la ciudad- recogió una opinión valiosa: los usuarios habrán de irse familizarizando con los accesos para evitar confusiones que los lleven a una ruta que no sea la de su elección.
Por lo demás, el paso de Carapungo se une al conjunto de ideas de soluciones viales que se adelantan en la ciudad.
Vendrá enseguida el paso de la calle Boussignolt hacia el túnel Guayasamín, el inicio del proyecto de los Quito Cables, el paso de la avenida Granados y Eloy Alfaro, el puente Guayasamín hasta llega al Metro. Todo un plan vial.