El Presidente vetó parcialmente el proyecto de Ley de Reactivación Económica, cuyo contenido fue transformado en un alto porcentaje en la Asamblea.
El proyecto, enviado con la connotación de económico urgente, sufrió cambios de magnitud. Una vez que el Presidente envíe el veto, la Asamblea tendrá 30 días para tramitarlo.
Uno de los temas clave para el Ejecutivo es la administración del dinero electrónico, que fue talvez el primer punto de desencuentro con el Legislativo. Para el Gobierno, se trata de un medio de pago cuya finalidad es reducir el uso de billetes, cuyo desgaste significa altos costos al tratarse de una moneda extranjera. El Presidente hizo un compromiso con la banca privada, para que esta sea la responsable de su manejo, dejando al Banco Central como regulador. La mayoría en la Asamblea, sin embargo, quiso que el Central continúe manejando este medio de pago, lo que evidenció una falta de acuerdo entre los dos poderes del Estado.
Otro tema que se debe dilucidar es el costo de las tasas bancarias, servicios en línea y transacciones en cajeros, lo que siempre se traslada al usuario.
En cuanto al aumento del impuesto a la renta en tres puntos porcentuales hay polémica. La Asamblea quiere que el aumento sea para todas las empresas, mientras el Ejecutivo busca gravar solo a las grandes. En el medio, los gremios empresariales sienten que sus pedidos no son escuchados, pues más impuestos no ayuda a generar empleo.