Lo que fue rumor en las redes sociales se convirtió en realidad. El Presidente venezolano abrió el paso temporal a Cúcuta.
La presión de mujeres vestidas de blanco en el puente fronterizo entre Venezuela y Colombia hizo ceder al régimen del presidente Nicolás Maduro ante el clamor ciudadano.
Casi un año después del cierre forzado de la frontera entre ambos países ocurrido el 19 de agosto, que generó tensiones diplomáticas y de seguridad, esa frontera se abrió por algunas horas y miles de venezolanos se lanzaron para hacer compras en Colombia.
Alimentos tales como pan, azúcar, aceite comestible y hasta el siempre escaso papel higiénico fueron los productos más demandados. Toda una radiografía de la penuria y carencias por las que pasa la población de Venezuela sumida en una crisis económica, productiva, política y de seguridad sin precedentes que tiene a su población en una situación precaria.
Cúcuta siempre fue un sitio de abasto de las mercaderías que faltaban en Venezuela. San Antonio del Táchira exhibía precios bajos de varios productos de confección, por la devaluación colosal del bolívar. La gasolina se traficaba de todos los modos posibles y pequeños bidones con combustibles fueron una imagen recurrente en el paso fronterizo. La seguridad siempre fue un tema delicado en esa zona caliente.
La apertura de la frontera por apenas 12 horas dio un respiro a miles de venezolanos e ilustra la crítica situación.