Mientras continúa el reto de sobreponerse a los daños causados por el terremoto del 16 de abril en Manabí y Esmeraldas, vale la pena recapitular las afectaciones en la atención de salud .
Un total de 10 centros, de los 160 existentes en la provincia de Manabí, han entrado en reparación.
Los daños más severos se produjeron en dos grandes instalaciones que por su importancia arrojan el resultado más crítico: nos referimos a los hospitales de Chone y Bahía de Caráquez.
Ambos tienen historias parecidas en distintas épocas. En 1942 un terremoto destruyó el hospital de Chone. En Bahía los sismos de 1998 afectaron la estructura del hospital. Levantados ambos con gran esfuerzo, no resistieron esta vez tampoco el embate de la naturaleza y volvieron a colapsar sus estructuras. Las anécdotas son muchas y los testimonios, desgarradores. Los médicos salvaron parte del material, aun jugándose la vida, para poder seguir sirviendo a la comunidad.
Hoy ambos hospitales funcionan en instalaciones temporales y tendrán que mantenerse así durante el tiempo que tarde la reconstrucción.
El servicio a la colectividad se ha visto afectado, pues si bien el esfuerzo del personal y la asistencia de instituciones de apoyo social han mantenido vigente la atención, ésta se presta sin las comodidades de antes y con menor número de operaciones o consultas.
Son otros de los tantos daños del terremoto que habrá que restañar.