Plan vial y concesiones

Seis trazados viales existentes podrán contar con nuevas obras que mejoren su calidad, con el concurso privado.

En realidad, la asociación público-privada ha demostrado ser el mejor mecanismo para trabajar conjuntamente en obras de infraestructura.

La empresa privada puede participar con su conocimiento técnico, la innovación constructiva, eficiencia y generación de fuentes de empleo.

El Estado debe supervisar responsablemente los estudios y la ejecución de la obra, así como velar por el bien común y el servicio a los usuarios con excelencia y la mayor seguridad.

La participación privada en la obra pública ha permitido ir dejando atrás la visión de que el Estado debía prevalecer en la construcción, la supervisión y el manejo de estos proyectos, más allá de su cuestionada eficiencia.

Hoy, con el paso del tiempo, está probado que la participación privada, con una adecuada fiscalización, ha dotado al país de carreteras de calidad, y aquello ha redundado en la duración de los vehículos, en pagar menos veces por averías y en circular con más seguridad que antes, cuando las vías eran una sucesión de baches, y el paso por ellas, un calvario para los conductores.

Tramos importantes como el que une Santo Domingo con Jujan, Ambato con Riobamba, y otros cuatro de esa magnitud, podrán tener avances y mantenimiento con la modalidad. Mientras tanto, se tramita una nueva Ley de Infraestructura vial en la Asamblea.

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