El acuerdo con el FMI le permitirá al Fisco empezar a pagar deudas atrasadas e iniciar un proceso de reactivación. El apoyo internacional debe complementarse con acuerdos internos.
Las arcas del Gobierno llegaron a un punto crítico el mes pasado, cuando los atrasos del Régimen con proveedores, contratistas, servidores públicos, seguridad social, gobiernos seccionales, entre otros, ascendieron a USD 3 570 millones. Ese monto es un reflejo de la iliquidez fiscal, la cual se agravó por los efectos de la emergencia sanitaria por el covid-19.
Si bien el Ejecutivo ha realizado ajustes en el gasto público, es poco probable que pueda cumplir con el ofrecimiento que hizo en mayo pasado, cuando en el marco de la pandemia se comprometió a recortar gastos por USD 4 000 millones este año.
Hasta el mes pasado había cumplido menos de la mitad de lo ofrecido y en los cuatro meses que faltan para finalizar el año habrá más presión para mantener el gasto en inversión y elevar los egresos en el sector social.
De ahí que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aún requiere la aprobación del Directorio del organismo, le permitirá al Gobierno ponerse al día en sus obligaciones urgentes.
El convenio con el FMI es por USD 6 500 millones, de los cuales 4 000 millones se desembolsarán este año. Pero, además, le permitirá al país acceder a financiamiento adicional de otros multilaterales como el Banco Mundial, el BID o la CAF, lo cual es fundamental para el año que viene.
A inicios del próximo mes ya se espera el primer desembolso del FMI, por USD 2 000 millones, los cuales ya tienen destinatarios: maestros, algunos contratistas y gobiernos seccionales. También se impulsarán créditos de reactivación productiva.
Finanzas también cree que en las próximas semanas se concretará un crédito de China, cuyo monto puede rondar USD 1 800 millones. Este tema se viene negociando desde junio pasado y está en su fase final.
En un segundo intento por obtener liquidez, el Ejecutivo decretó el miércoles pasado el cobro anticipado de impuestos, en medio de reclamos de los gremios empresariales.
Si bien el país tiene apoyo internacional para afrontar la crisis, necesita conseguir acuerdos internos para que la recuperación sea sostenida.