La industria maquiladora de teléfonos celulares en el país busca otros horizontes. No pudo competir con las importaciones.
Lo que en principio fue una esperanza de afincar esa actividad y generar plazas de trabajo, finalmente se esfumó. 17 Empresas ensambladoras se articularon en un gremio. Hasta diciembre subsistían diez pero ya nueve cerraron su línea de producción y buscan otros lugares donde llevar sus maquinarias.
Dos medidas del Comité de Comercio Exterior fueron letales. Antes existía un cupo limitado de USD 142 millones, lo que permitía pensar que el consumo de celulares ensamblados aquí era un negocio próspero, pero el 5 de enero se amplió el cupo a USD 250 millones. El segundo aspecto clave fue la apertura para traer un dispositivo nuevo al año por cualquier vía (aire, mar o tierra) o sistema de correo.
Otro tema que surgió fue el aumento del componente mínimo de integración de partes, piezas y software del 10 al 20% de elaboración nacional. Los empresarios entrevistados piensan que ese factor encareció la cadena de producción en el Ecuador.
Mientras eso sucede, el proyecto Ingenia Tec busca estimular otra actividad para sustituir importaciones con productos nacionales en áreas como la tecnología medica, eléctrica, electrónica , ascensores, etc. Por ahora se importa USD 2 200 millones, pero el sector de compras públicas ya accede a USD 350 millones en productos nacionales sustitutos. Es la otra cara de la moneda.