Los ingresos que generará la reforma tributaria aprobada por la Asamblea el lunes pasado, con 83 votos a favor, serán un alivio para las finanzas públicas este mes y el próximo año.
Si bien la ley empezará a aplicarse a partir del 2020, también permitirá al Gobierno acceder a nuevos recursos en un par de semanas, los cuales bordean USD 500 millones.
La aprobación de la Ley Orgánica de Simplificación y Progresividad Tributaria viabilizará dos desembolsos pendientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), que esperaba una señal concreta para fortalecer las finanzas públicas, uno de los objetivos contemplados en la carta de intención firmada en marzo pasado.
El Presidente de la República tuvo que intervenir directamente para llegar a un acuerdo con los jefes de las diferentes bancadas y así evitar un nuevo traspié político.
Esa gestión dio resultados. Al siguiente día del visto bueno de la Legislatura, el FMI anunció que los equipos técnicos de Ecuador y del Fondo alcanzaron un acuerdo técnico sobre la segunda y tercera revisión de la carta de intención.
Con ese acuerdo ya se pudo fijar una fecha para que el Directorio del FMI apruebe los desembolsos pendientes a Ecuador, lo cual está previsto para este 19 de diciembre.
Los recursos que reciba el Gobierno este mes ayudarán a superar las necesidades de liquidez que caracterizan a diciembre, cuando el Fisco debe pagar, además de las obligaciones mensuales regulares, el bono navideño e intereses de deuda.
A partir del 2020, la Ley aprobada también ayudará a cumplir la meta de recaudación tributaria prevista en la Proforma 2020, por USD 14 323 millones. No se contemplan los ingresos que dejará la reforma tributaria y que pueden sumar 620 millones, lo cual ha contribuido para bajar el riesgo país en 460 puntos desde el 21 de noviembre. Esa reducción es positiva pero insuficiente.
Lo que queda en claro es que sin consensos mínimos no se podía abordar ni siquiera el déficit fiscal, uno de los tantos que agobian al país, incluido el déficit político.