El nuevo Consejo de la Judicatura dio paso a la selección de 23 fiscales y se señala que la selección definitiva tardaría meses.
Frente a los cuestionamientos sobre cinco fiscales seleccionados, hay algunas reacciones. El presidente Lenín Moreno pidió a su hermano Guillermo -un funcionario judicial de carrera – que se excuse de aceptar la designación.
El sentido de la delicadeza es algo clave en la vida pública, máxime tras haber pasado por una época de abuso y subordinación de otras funciones, y cuando se habla de cambio de época.
El Presidente hace bien. Es probable que legalmente no haya prohibiciones al tratarse de otro ente nominador y que la trayectoria del designado sea intachable, pero la ética pública exige ir más allá de la letra de la ley.
Ahora hará falta verificar si otros cuatro de los fiscales provinciales designados tienen o no parentesco con asambleístas y exasambleístas y si ha operado o no el tráfico de influencias, como deben probar los denunciantes.
Un tema que el Consejo Nacional de la Judicatura habrá de estudiar y calibrar con ojo crítico, más allá de haber salido ayer a defender las designaciones. Su presidente transitorio, Marcelo Merlo, indicó que no existen procesos al interior del Consejo, y Julio César Trujillo, presidente del organismo nominador, defendió el procedimiento.
Por ahora, el gesto presidencial es un ejemplo y los fiscales señalados podrían dar un paso al costado, como lo da el hermano del Presidente.