¿OLVIDARON EL LAICISMO?

La Asamblea Nacional negó con 96 votos el intento del Presidente de abrir la opción de introducir la educación religiosa a voluntad de los padres, en la reciente reforma a la Ley Orgánica de Educación Intercultural.

Tras la Revolución Liberal, en la Constitución de 1896, pese a que se proclamó la católica como religión del Estado, se estableció la libertad de cultos.

Años más tarde, a finales de 1906, en la profundización de las reformas liberales en el segundo gobierno de Eloy Alfaro, el laicismo se instaló en el país. La separación de la Iglesia del Estado, el fin a la interferencia del poder eclesiástico en los asuntos de la cosa pública, junto con otras importantes reformas liberales, fueron marcando la vida nacional y los debates políticos se alejaron de la influencia de esa noción.

Cabe anotar, empero, que la mayoría de ecuatorianos reconoce como suya la religión católica, los niños y jóvenes se educan bajo ese credo, pero los colegios estatales no cuentan en sus materias con clases de religión. Es algo que compete al ámbito privado y a la libertad de las familias. La semana pasada, el Parlamento trató el proyecto de Ley Orgánica de Educación Intercultural y se sometió a votación el veto del Ejecutivo. Sorprendentemente, en dicho veto el Presidente buscaba que, de modo optativo, se pudiera dictar clases de religión en escuelas y colegios estatales, un cambio profundo que debía haberse debatido abiertamente antes de enviarlo.

Respetar la religión de la mayoría de ecuatorianos es importante, tanto como mantener un amplio escenario de respeto a las minorías religiosas, algo esencial para convivir en armonía y democracia sin llevar al país a debates anacrónicos y a viejas disputas intestinas.

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