El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está a menos de un mes de regresar a la Casa Blanca. El próximo 20 de enero de 2025 iniciará su segundo mandato.
Trump anunció deportaciones masivas, revocatoria de la ciudadanía por nacimiento, redadas en lugares sensibles, deportaciones rápidas y controles más estrictos en las fronteras.
Estos anuncios han generado preocupación entre los migrantes, que permanecen de manera ilegal en Estados Unidos.
Su temor es que lleguen los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos a sus trabajos o a sus casas y que los suban —den día a otro— un vuelo de deportados.
Se estima que más de un millón de ecuatorianos vive en Estados Unidos. La mayoría lo hace de manera ilegal. Ellos no han podido cumplir los requisitos, no han tenido los recursos o no han querido legalizar su permanencia.
Entre sus planes tampoco está regresar al Ecuador, por lo menos, no para la mayoría. No es su primera opción. Por ello, el anuncio de una política migratoria más estricta les asusta.
Su aporte económico para el Ecuador es fundamental. Durante el primer semestre del 2024 enviaron 3 004,8 millones de dólares en remesas y en todo el 2023 fueron otros 5 447,5 millones de dólares.
Si esos recursos se comparan con otros ingresos que tiene la economía nanacional,e dimensiona la importancia. Por ejemplo, las remesas que llegaron en el primer semestre de 2024 superaron en 352,8 millones de dólares a nuestras exportaciones a China, en ese mismo período.
Y los ecuatorianos no han dejado de migrar en busca de otras oportunidades labores. En un reciente informe de Migración de Panamá se determinó que 16 466 ecuatorianos han cruzado la selva del Darién durante 2024. Solo son superados por venezolanos y colombianos. Y esa es solo una ruta, otros inician su travesía en Centroamérica.
La migración ilegal de ecuatorianos es un tema que el país debe atender y establecer políticas que brinden alternativas dentro del país.
Además, que las remesas sean canalizadas hacia la inversión para que los migrantes tengan una oportunidad si les toca regresar. Ahora, ese dinero se va a la manutención de sus familias o al consumo, principalmente.