Cuando no había pasado un mes del retorno al país del ex vicepresidente Alberto Dahik, y luego de que se dictasen medidas sustitutivas a la orden de prisión que le mantuvo exiliado desde 1995, el juez Hernán Ulloa declara la nulidad del juicio.
El caso Dahik cobró notoriedad por la revelación periodística de la utilización de dineros públicos de gastos reservados en operaciones políticas congresiles que el propio alto funcionario admitió. Los dineros se depositaron en cuentas privadas de sus colaboradores. El trámite pasó por un juicio político en el Congreso y la denuncia llegó de la mano de los diputados Xavier Neira y Rafael Cuesta, del entonces Partido Social Cristiano. Alberto Dahik inició su vida política como ministro de Finanzas de León Febres Cordero, de quien se distanció después de su censura legislativa. Luego se afilió al Partido Conservador y se sumó a Sixto Durán Ballén -ex socialcristiano- como candidato vicepresidencial.
Alberto Dahik se declaró perseguido del Partido Socialcristiano y su líder. El caso no pudo avanzar dado que el ex vicepresidente se fugó a Costa Rica y luego alcanzó el asilo político cuando se dictó una orden de prisión.
Dahik volvió por pocos días al país cuando la polémica ‘Pichi’ Corte desestimó los juicios contra los ex presidentes Bucaram y Noboa y el suyo propio. El caso realmente dio un giro en agosto de 2010, cuando el presidente Correa pidió la amnistía que la Asamblea nunca tramitó.
La nulidad del juicio plantea grandes interrogantes no solo en el plano judicial sino en el político, pues abre la puerta para que otros presidentes y ex funcionarios busquen un camino parecido. Además, se podría suscitar una posible participación política de Dahik en el escenario de un año de campaña electoral.