En febrero se abrirá el nuevo aeropuerto de Quito, si no se anuncia otra postergación. La dimensión de la pista, la altitud -400 metros menos que la del actual- y los acuerdos internacionales que se concretan, ofrecen nuevas oportunidades. Por ahora, dos nuevas rutas brindarán mejores opciones a los viajeros: México y Brasil. Hay posibilidad de un tercer destino: Los Ángeles, en Estados Unidos.
El lunes 7 de enero Tame -empresa estatal- hará la apertura oficial de sus vuelos a São Paulo, la capital financiera del poderoso Brasil. Serán siete vuelos semanales, tres directos y cuatro con escala en Lima. Hace muchos años que no hay vuelos desde el Ecuador y los viajeros tenían que pasar un verdadero vía crucis para llegar a Brasil.
Lo propio ocurre con México. Con la reapertura de operaciones a cargo de la empresa Aeroméxico, desde abril habrá cuatro vuelos semanales a ese importante e influyente país norteamericano.
Sin bien las rutas a Estados Unidos son muchas, desde hace años ninguna aerolínea opera a Los Ángeles, California. Y esa es otra posibilidad cercana.
Hay por ahora 18 destinos internacionales. Tame explora también tener vuelos a Buenos Aires, una ruta servida hoy por otras empresas. Las posibilidades operativas de la nueva pista hacen previsible que varias empresas de transporte de carga y pasajeros miren a la capital ecuatoriana como un punto de destino y partida interesante.
La aviación fomenta la integración y los negocios, y por eso es positivo que haya una política de estímulos. Todo esto contrasta con la existencia de aeropuertos con altos costos de construcción y poca demanda operativa que fueron inaugurados recientemente, como por ejemplo el de Santa Rosa y el de Tena.