Los aranceles se convirtieron un término económico de moda. La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utiliza la aplicación de tarifas al comercio exterior como una de sus principales estrategias de negociación.
Semanas atrás ya le resultó la estrategia de la presión con Colombia, que se retractó y aceptó recibir a los migrantes deportados. Ahora, la emplea con México, Canadá y China.
El primer país ya dio un paso atrás y negociará con el Gobierno estadounidense para evitar que la economía mexicana sienta los efectos que ocasione aranceles del 25%. Es su principal socio comercial y los intereses económicos priman.
Trump también anunció diálogos con China. El mercado chino no tiene tanta dependencia como el mexicano. Apenas el 2,8% del PIB chino depende de su relación con EE.UU. El tiempo dirá cuál será el resultado. El resultado de las conversaciones aún no es fácil de predecir.
El Gobierno canadiense, también, optó por el diálogo y suspendió la retaliación que -inicialmente- anunció con la imposición de aranceles a los productos estadounidenses. Otra vez el ganador fue Trump. México y Canadá tienen un mes para sortear el problema.
Los expertos consideran que, además de Estados Unidos, China y los tenedores y exportadores de oro serán los beneficiados.
Los últimos, porque el precio del oro está al alza por la mayor demanda de este bien por parte de los bancos centrales. Y China seguirá avanzando en su estrategia de buscar más socios comerciales, en un mercado internacional donde diversificó sus cadenas de suministros y logística.
En este escenario internacional, Ecuador busca recuperar el tiempo con acuerdos comerciales. El cierre de negociaciones con Canadá es un aliciente en esta estrategia.
No hay que olvidar que Ecuador es el país andino que más aranceles paga para introducir en el exterior sus productos de exportación.
Sus vecinos Colombia y Perú ya tenían un acuerdo comercial con Canadá desde hace 17 años. Y su lista de tratados es muy superior a la ecuatoriana.
Con este acuerdo, Ecuador espera generar hasta 40 000 nuevos empleos en sectores agrícolas, agroindustriales y exportadores.
Otro beneficio del acuerdo con Canadá es atraer a más capitales de inversión. La llegada de inversión extranjera se torna muy importante; no hay que olvidar que hay un escenario incierto con las remesas de los migrantes por las deportaciones.
Por el contrario, Ecuador anunció aranceles del 27% para productos mexicanos. El argumento es lograr una protección para la industria local.
Hay que recordar que la administración del expresidente mexicano Andrés López Obrador frenó el acuerdo comercial con Ecuador y, por ende, su ingreso a la Alianza del Pacífico. Otra vez se verá con el tiempo los efectos que genere la decisión del actual Gobierno ecuatoriano.