Para el año 2021 se construirá la mina en Cascabel. Las estimaciones cifran en 23 millones de onzas de oro y 10 millones de toneladas de cobre las reservas.Con estos volúmenes, hablamos de las reservas de oro y cobre más grandes del país.
Desde 2013 una empresa con capitales australianos y norteamericanos llamada Ensa se encuentra en las tareas exploratorias y de perforación.
En este momento el proyecto se halla en etapa de exploración avanzada. Luego vendrá la evaluación económica preliminar, más adelante la expansión de recurso, la prefactibilidad y la configuración de un paquete de financiamiento.
A esas fases le seguirán la negociación fiscal, los permisos y la factibilidad final y la exploración regional. Por ahora se han perforado 95 pozos que suman un total de 170 000 metros de profundidad.
El país requiere de generación de riqueza y esta posibilidad debe ser aprovechada, ya que otros grandes proyectos mineros se han detenido por distintas razones como demandas ante la Corte Constitucional y aspectos de permisos ambientales.
En este y otros proyectos con millonarias inversiones es indispensable que se cumplan todas las normas de respeto a la naturaleza, con los menores impactos posibles y desde luego sin lesionar a las comunidades que pudieran verse afectadas. Es más, la demanda de mano de obra debe atender preferentemente a los vecinos de la zona donde operan.
En cualquier caso, es una apuesta por una buena alternativa. La otra cara de la moneda es la explotación minera clandestina, que mueve millones de dólares casi incalculables en maquinarias (hay zonas donde operan decenas de chancadoras) en medio de condiciones laborales y de salud precarias. Un ejemplo es Buenos Aires, en la misma provincia.
Este tipo de minería, que además evade impuestos, es perniciosa para el cuidado ambiental, irrespeta la naturaleza, contamina ríos, desperdicia metales por sus métodos arcaicos de extracción y no conviene al país.
El Ecuador debe transitar en materia minera por el camino correcto.