El riesgo país de Ecuador se ubicó en 1 045 puntos, el 12 de enero de 2025.
Si se compara con la registrada ese mismo día del 2024, el indicador cayó cerca de 1 000 puntos. En ese entonces estuvo en los 2 011.
En las últimas semanas, la tendencia se mantiene a la baja.
Hay que considerar que este indicador es una calificación elaborada por el banco de inversión JP Morgan. Y mide las posibilidades de pago de la deuda externa que tiene un país en un momento determinado.
Es decir, mientras más baja, los inversionistas identifican que existe menos riesgo de morosidad.
La calificación de Ecuador en los mercados internacionales mejoró por la finalización de los cortes de energía y por el control de las finanzas públicas.
El déficit fiscal de 2024 bajó a más de la mitad de lo registrado en 2023. Pasó de 5 456 millones de dólares a 2 522 millones.
Los ingresos aumentaron con medidas como el aumento del IVA del 12% al 15% y aplicación de impuestos a las empresas, instituciones financieras…
El desafío del Ecuador -en la actualidad- es mantener en orden sus finanzas públicas con el control del gasto, promover la inversión. Y, de forma paralela, generar estabilidad para el sector privado, que es el mayor generador de fuentes de empleo.
Esa hoja de ruta debe primar, por fuera, de la campaña electoral y la siguiente administración. Es hora de copiar buenos ejemplos de vecinos como Chile y Perú. En esos países, el norte económico se mantiene independientemente de la tienda política en el poder.
Ecuador tiene una infinidad de desafíos como la generación de empleo, actualización tecnológica, estabilidad tributaria, incentivos productivos, reducción de tramitología y, sobre todo, el combate a la inseguridad.
La reducción del riesgo país debe ser un ejemplo para aplicar políticas que permitan un importante crecimiento económico.
En la última estimación del FMI se calculó que Ecuador crecería apenas un 0,3% en 2024 y 1,2% en 2025. Eso significa que el país está entre los últimos de la región en este indicador.