Para amortiguar el problema fiscal en el país, que se ha profundizado por la caída de los precios del petróleo, el presidente de la República anunció la noche del martes cinco medidas. La mayoría de ellas no se aplicará de inmediato y tendrán ajustes porque están sujetas a una negociación.
Los anuncios del Régimen se resumen en menos gasto, contribuciones temporales de los empleados públicos y de dueños de vehículos, adelanto de impuestos y mayor financiamiento internacional.
Hasta ayer, la única medida que entró en vigor, según un comunicado del Servicio de Rentas Internas, fue el alza del porcentaje de retención del impuesto a la renta, en 0,75 puntos porcentuales.
No se trata de un incremento de impuestos y por tanto no generará nuevos ingresos fiscales. El aumento del porcentaje de retención significa que el Gobierno recibirá más recursos por adelantado, pero eso se traducirá en menos ingresos por este tributo en el futuro. En todo caso aliviará las necesidades de liquidez de las arcas fiscales.
Del paquete de medidas del Gobierno, que se cuantificaron en USD 2 252 millones, la principal es el recorte del gasto público en bienes, servicios e inversión, por USD 1 380 millones. El monto es importante y guarda relación con la caída de ingresos petroleros, pero habrá que esperar su ejecución, ya que en años pasados el Gobierno ofreció bajar el gasto corriente pero los resultados han sido marginales. Lo mismo se puede decir de la fusión o eliminación de entidades estatales.
Asimismo, el aporte temporal de los servidores públicos, que el Gobierno calcula en USD 226 millones, dependerá de resultados que arroje el diálogo con los empleados.
Y la contribución de quienes tengan un vehículo valorado en más de USD 20 000 está sujeta a la aprobación de la Asamblea, donde hay sectores que no aceptan más impuestos.
Como las medidas están en construcción y el Fisco necesita liquidez, la salida será contratar más deuda y pedir facilidades a los acreedores, lo cual también requerirá tiempo.