LA MARCHA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL Y EL GOBIERNO

Por las calles de Quito desfilaron de modo pacífico los distintos estamentos de la Universidad Central del Ecuador, la casa universitaria de mayor número de estudiantes del país.

La marcha llamó la atención y contrastó con otros modos de ejercer la protesta estudiantil, con bloqueo de calles, consignas estridentes, piedras, y la respuesta estatal de represión y unos cuantos detenidos.

La Universidad Central siempre fue foco de pasiones políticas de las facciones de izquierda extrema, espacio de lucha por el poder universitario. Ya en tiempos del gobierno de Rafael Correa, la pugna se tradujo en actos que se salieron de las manos y llegaron a la agresión del Rector que un sector estudiantil percibía como alineado. La agresión al rector Edgar Samaniego estuvo encabezada por el dirigente estudiantil Marcelo Rivera, quien recién acaba de concluir su condena.

Hoy la protesta tiene otros fines. Habla de presupuesto, de una autonomía que busque la excelencia académica, del escalafón docente y con la inconformidad con la reforma universitaria como telón de fondo.

Pero el Gobierno responde a la marcha con la acre crítica del Secretario Nacional de Ciencia y Tecnología (Senescyt), René Ramírez, quien tildó de mala la gestión del rector Samaniego y atribuyó al año electoral universitario los motivos de la protesta.

Las tensiones U. Central-Gobierno debieran procesarse.

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