MAFIAS EN LAS CÁRCELES

Si la inseguridad es uno de los principales problemas, la situación de los sistemas carcelarios, su vulnerabilidad y su manejo son piedra de toque de una enfermedad de fondo. Licor, drogas, armas, teléfonos celulares. Todo se consigue dentro de las cárceles, según la reportería de diario EL COMERCIO. Lo mismo ocurre en Loja como en Tulcán y ni se diga en Quito o Guayaquil, los centros de mayor hacinamiento y concentración de presos.

Los precios de esos artículos son estrafalarios y están mucho más arriba que el 'mercado' de la calle. El licor y la droga se consiguen a cambio de jugosas sumas de dinero. Para muestra, un botón. Esta semana se descubrió a un guía que metía marihuana camuflada en el centro de detención de Santo Domingo.

No hay suficientes ni efectivos detectores de armas, como se evidencia en cada requisa donde aparecen centenares de cuchillos, pistolas y celulares. Con los teléfonos móviles se manejan operaciones delictivas desde la cárcel. ¿Puede haber un sitio más seguro para el cabecilla de una banda? Desde el Ejecutivo se buscó cambiar a los guías penitenciarios. 480 fueron a cursos especiales. La Roca, cárcel de máxima seguridad de Guayaquil, mostró su vulnerabilidad. La Policía recomienda controlar a los guías. La noticia nos cuenta de un interno supuestamente fugado en la huida masiva, hallado en su celda varios días después. Las mafias están instaladas en varias cárceles del Ecuador.

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