Luis Inácio Lula da Silva quedó al borde de entrar a prisión, ya que el Tribunal Federal de Justicia desechó el Habeas Corpus.
El juez Sergio Moro dio un ultimátum al ex presidente y le conminó a presentarse en la cárcel donde guardará prisión. Se trata de una condena de 12 años dentro del famoso caso de corrupción conocido como Lavajato. Si eso no ocurre, será llevado por la fuerza pública. Es sin duda un caso insólito.
El popular político afronta varios otros juicios por corrupción y todavía tiene un par de instancias por sustanciar ante la justicia de su país.
El debate del Tribunal Federal de Justicia fue tanto de altura como de fecundidad. Los argumentos y la jurisprudencia citados por los magistrados que exponían antes de dar su voto a favor o en contra de otorgar el Habeas Corpus interpuesto por los abogados del ex mandatario fueron contundentes. Finalmente se negó el recurso y se dio vía libre a la orden de prisión.
El ‘indubio pro reo’, la presunción de inocencia y la fundamentación por la vigencia de la prisión cautelar se ventilaron en la larga jornada de sustanciosos alegatos, mientras en la calle los partidarios de Lula aguardaban.
Más allá de lo que suceda en los próximos días, su candidatura tendrá que pasar el filtro del Tribunal Electoral. Lo curioso del caso es que este político tan señalado por grandes escándalos de corrupción conserva la más alta popularidad en las encuestas con miras a las presidenciales de octubre.