Un libro prohibido y 'liberado'
La Defensoría del Pueblo, después de dos días de debates y polémicos comentarios en las redes sociales, medios de comunicación y en la academia, retrocedió en su primera petición: que se prohíba el libro 'Una tragedia ocultada'.
El argumento que esgrimió una jueza era tan deleznable que caía por su peso: una foto de una niña en la invitación al lanzamiento del libro indujo 'especialmente' a la abrupta orden judicial.
En la presentación, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, los asistentes que copaban el auditorio se quedaron atónitos. Una orden judicial impedía la venta del libro. En la mesa de debate estaban dos de sus autores: el misionero capuchino Miguel Ángel Cabodevilla y Milagros Aguirre, de la Fundación Monseñor Labaka. Ambos, expertos conocedores de la realidad de los pueblos nativos de la zona selvática que hoy es punto de atención mundial por la propuesta oficial de explotar el petróleo del Parque Nacional Yasuní. En 'Una tragedia ocultada' ellos, junto a Massimo di Marchi, cuentan la terrible historia de la muerte violenta de 30 taromenane en una zona de pueblos nómades y guerreros. El Estado se ha mostrado impotente de seguir el caso a fondo. Dos niñas permanecen raptadas en manos de sus presuntos captores.
Lo grave es que la libertad de pensar y expresarlo en un libro se vio amenazada. El daño está hecho y el intento de control fue revelado aunque hayan rectificado.