LIBERTAD, INTERNET Y REDES

La noticia provocó una reacción de rechazo general. La alarma la dieron asambleístas de la oposición. El Presidente de la Comisión Ocasional de Comunicación buscaba ahora controlar los contenidos de las plataformas digitales.

Pronto las redes sociales más conocidas (Twitter, Facebook) se inundaron de mensajes de rechazo. Es que a través de las plataformas digitales se interconectan millones de ciudadanos en el planeta. Es como si cada uno tuviese un periódico, una radio o una televisión propia, para expresarse todo el día y sin limitación. No hay expresión más libre en esta era de globalización y en la sociedad del conocimiento que las redes sociales.

La Internet conquistó hace tiempo una inmensa posibilidad de explorar el saber humano y lo puso al alcance de millones. Cierto es que países como el Ecuador todavía mantienen un escaso porcentaje de ciudadanos con conectividad, pero el número de usuarios va creciendo, aun cuando sea en los cybercafés. Mantienen comunicación instantánea con familias y amigos de todo el mundo. La comunicación digital es la expresión más tangible de la libertad del hombre y no debe tener ataduras.

Las sociedades totalitarias y anacrónicas restringen la Internet y las conexiones y los vuelven de uso exclusivo de las élites dominantes y de la nomenclatura política. La República Popular China y la isla de Cuba se mantienen en el atraso. Justamente allá donde falta libertad.

En el proyecto de control de la libertad que busca implantarse en una Ley de Comunicación reguladora y sancionadora no faltó incluir el control de los mensajes y de las plataformas.

A tiempo los operadores políticos recalcitrantes se arrepienten de esta nueva pretensión antidemocrática.

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