Desde el 10 y hasta el 30 inclusive se realizará la campaña. Luego vendrán el silencio electoral y el sufragio del 2 de abril.
Tras las tensiones de una primera vuelta que finalizó con la ratificación de los dos finalistas que conocemos -Lenin Moreno y Guillermo Lasso-, las candidaturas asimilaron con distinto talante el nuevo escenario y los avatares que siguieron a la primera vuelta.
Más allá de las fricciones políticas; los plantones en las afueras de las sedes electorales, y la denuncia de un alto mando militar sobre la cadena de custodia, que terminó con su remoción, los candidatos han llevado al discurso, a las entrevistas y a distintos foros sus propuestas para tratar de ganar una campaña que luce intensa en esta fase. Corresponde a una actitud responsable de ambos candidatos, de sus allegados y partidarios una lid de altura, de ideas, de debates y de propuestas serias.
La tentación de la oferta barata y la demagogia, con el solo afán de captar votos, puede significar hasta un triunfo y un problema a la hora de gobernar, ya que lo imposible termina generando una presión social insostenible, pues la frustración sigue al incumplimiento.
En atención a temas como la falta de empleo, la situación económica apretada del país, la necesidad de transparencia y fiscalización, el sostenimiento de sistemas de educación y salud de calidad, cabe pedir de modo comedido y respetuoso, una actitud seria de parte de los candidatos; es por el bien del Ecuador y por su propio bien.