La sociedad ecuatoriana, en un gesto colectivo de madurez y generosidad, ha dado muestras de solidaridad y respaldo.
Frente al secuestro de un equipo de EL COMERCIO, que cumplía su labor de informar de modo libre y con detalle a la ciudadanía de los sucesos de la frontera norte, la reacción es fecunda.
Se trata de la muestra del valor que la sociedad confiere al trabajo de los periodistas asignados. El pulso de las voces de respaldo viene en esa línea con la profunda solidaridad para las familias, sus compañeros de trabajo y a un medio de comunicación que ha servido y seguirá sirviendo a las tareas del periodismo libre y el ejercicio plural y democrático de la comunicación.
El equipo asignado, cumpliendo los protocolos de seguridad, estaba allí para informar, como corresponde a los afanes de una sociedad que mira perpleja los problemas severos de orden público en esa región del país.
El Ecuador ha vivido la zozobra de bombas terroristas, vidas valiosas de soldados cuya sangre derramada clama justicia, heridos, bienes públicos dañados y un clima de tensión ciudadano que los medios han sabido reflejar.
La expresión de las más altas autoridades, los mensajes expresivos de las legaciones diplomáticas, las voces solidarias de los principales medios y de los periodistas y ciudadanos en la vigilia por su libertad, alientan esta tarea y compromiso de lucha por los valores de libertad que las personas de nuestro equipo se esfuerzan en cumplir.