La Justicia argentina se decidió a encausar por corrupción al Vicepresidente y figura del binomio presidencial tras dos años de contundentes denuncias de la prensa.
Amado Boudou, una figura mediática del gobierno de Néstor Kirchner y vicepresidente de su esposa Cristina Fernández, tiene que dar la cara ante la Justicia.
Boudou ha sido objeto de serias denuncias donde el tráfico de influencias y la asociación con una empresa privada que llegó a imprimir papel moneda -una prerrogativa del organismo emisor- ha ventilado las oscuras tramas de sus amistades íntimas. Esto ha llevado, finalmente, tras dos años de profundas investigaciones periodísticas a iniciar contra el Segundo Mandatario varias causas que podrían acarrearle condenas penales.
El caso Boudou ilustra la importancia de la prensa en el juego de la libertad que merece la opinión pública, para conocer los asuntos de interés en un país donde los ataques a la prensa independiente y la carga de publicidad millonaria en los medios alineados al poder del Frente para la Victoria ha sido evidente y ha polarizado el debate.
Con un pasado curioso, como empresario de espectáculos y músico de una banda rockera, Boudou ha sido delegado presidencial a varios periplos por el continente. Este fin de semana estuvo en Cuba y viajó a Panamá para la transmisión de mando. Hace un año estuvo en la tarima celebrando la victoria de Nicolás Maduro y dio comentarios políticos en el canal gubernamental ecuatoriano. Ahora deberá responder ante la Justicia.