En una sesión expedita en la que no se permitió el debate, como reclamaban las fuerzas de oposición, la Asamblea Nacional despejó ayer el camino para que se pueda vincular al vicepresidente Jorge Glas en la investigación sobre los sobornos entregados por la empresa brasileña Odebrecht en el país.
De manera unánime, los asambleístas asistentes decidieron dar paso al pedido realizado por el juez competente, a instancias de la Fiscalía. Fue notoria la ausencia de algunos legisladores emblemáticos del oficialista AP, empeñados en no dar paso al pedido, pese a que éste fue solicitado por el propio Glas.
Empieza ahora un momento en el cual las distintas instancias de la justicia deberán mostrar agilidad y seriedad, para investigar un caso que deja entre sus consecuencias la crisis entre el presidente Lenín Moreno y el Vicepresidente, así como dentro de AP.
El movimiento oficialista experimenta en sus filas la paradoja de haber retenido el poder, pero de tener en la Primera Magistratura a un personaje que ha marcado distancias. Uno de los temas es el de la lucha anticorrupción.
Con el gesto de ayer y pese a las disidencias, el oficialismo, aparte de reiterar su confianza en la inocencia del Vicepresidente, ha dado un paso para desbloquear el entrabamiento político-jurídico en momentos en que hay demasiadas tareas pendientes.
Al tiempo que se combate la corrupción, es importante encarar las reformas pendientes y la crisis económica.