LA INVESTIGACIÓN DE LA VALIJA

Cada vez sorprenden nuevos detalles sobre el terrible escándalo ocasionado por la detección de 40 kilos de cocaína nada menos que en la valija diplomática ecuatoriana destinada a Milán.

Una vez comparado el documento que acredita el peso del equipaje que salió de la Cancillería y el que se determinó en la empresa transportadora del bulto, queda por determinar a los responsables del delito.

Se ha intentado minimizar la responsabilidad sobre la elaboración de un reglamento que parece copiado del documento oficial peruano. Los contenidos de una valija oficial deberían ser aquellos de exclusivo uso de la legación diplomática. Esos son los marcos de la convención de Viena sobre la materia.

En cuanto a otro tipo de material como el de promoción cultural, sorprende que en el mencionado reglamento éste sea motivo de excepciones en el control. Es uno de los temas que se debe investigar exhaustivamente. Las autoridades deben establecer responsabilidades y la justicia hallar a los culpables, con la Fiscalía a la cabeza.

El bochorno internacional es innegable y en cualquier caso similar, más allá del establecimiento de las culpas, demandaría la inmediata excusa de los altos funcionarios políticos del Ministerio de Relaciones Exteriores, hasta que se esclarezca el caso.

La penetración del narcotráfico causa cada vez más estragos en el país. El caso de la valija no parece ser aislado, máxime si se toma en cuenta advertencias como las formuladas por las Fuerzas Armadas, las reiteradas capturas policiales de inmensos alijos de droga y el sicariato vinculado al crimen organizado.

Los tentáculos cada vez más comprobados de los carteles internacionales llaman a una lucha de toda la sociedad, para combatir este delito abominable.

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