Las necesidades presupuestarias han motivado al Estado a captar inversiones privadas para campos petroleros menores, algo que no estaba entre las prioridades de Petroecuador en tiempos de bonanza.
De los 15 campos licitados este miércoles, 10 recibieron propuestas de empresas. Luego de una evaluación de las 34 ofertas, se espera firmar los contratos con los ganadores en un mes. USD 1 200 millones es la inversión esperada.
En el nuevo momento económico, la ronda no solo puede ayudar a cubrir una necesidad fiscal sino abrir espacio para la participación del sector privado, lo cual a la vez puede ser el inicio de acuerdos de mayor magnitud. Se pudiera empezar a superar la falta de reglas claras y el ambiente de desconfianza entre los dos sectores cruciales.
En este esfuerzo, el Estado no debe perder de vista el telón de fondo de los límites a la producción petrolera que le impone su pertenencia a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). De hecho, las metas de incremento que el Gobierno se propone para el 2021 rebasan las cuotas de producción establecidas por el cartel.
El actual cumplimiento ‘parcial’ de los compromisos de producción por parte del Ecuador pudiera convertirse en una moratoria de dos años, en función de las decisiones que tomará la OPEP en su reunión de noviembre.
En el corto plazo, la prioridad del Régimen es aumentar los ingresos por venta de crudo, lo cual supone dejar en segundo plano el acuerdo con la OPEP.