La intervención del Consejo de Educación Superior (CES) en la Universidad Agraria del Ecuador (UAE) no es una condena. Es una oportunidad. Una oportunidad para corregir lo que se desvió. Para encauzar lo que dejó de funcionar. Para poner la casa en orden.
No se trata solo de cesar a una autoridad o responder a denuncias. Se trata de velar por el futuro de casi cinco mil jóvenes. Estudiantes que creen en el agro como un camino de crecimiento. Jóvenes que aún apuestan por quedarse en el Ecuador.
La UAE puede y debe ser un pilar para el desarrollo económico, sobre todo de la Costa. Más aún después del duro invierno que golpeó al campo. Desde el 1 de enero hasta el 5 de junio de 2 025, la Secretaría Nacional de Riesgos registró 3 552 eventos adversos por lluvias. Se perdieron 26 170 hectáreas de cultivos y se afectaron otras 12 504 hectáreas. La academia no puede estar aislada.
Necesita alianzas con el sector agroindustrial. Tiene que generar investigación útil, innovación real y abrir oportunidades para que sus estudiantes tengan empleo. Formar profesionales no es una tarea burocrática. Es una misión. Y para cumplirla, la universidad pública debe ser ejemplo de transparencia.
Hoy es el momento para investigar las contrataciones, revisar los presupuestos, deponer los egos y escuchar a los estudiantes. La intervención de la Universidad Agraria no debe convertirse en un campo de batalla entre autoridades. Debe ser un espacio para construir. Con humildad. Con visión de largo plazo. Fijar estándares de calidad que estén a la altura de los retos del agro y del país. El sector agrario necesita profesionales formados con rigor para afrontar los desafíos.
El Ecuador requiere universidades que cumplan su promesa. Y los estudiantes quieren ver que su derecho a estudiar se respeta. Y se honra. Es hora de transformar. No con discursos, sino con acciones.
Esta intervención puede marcar un antes y un después. Si se pone al estudiante en el centro. Si se entiende que una universidad sólida es clave para un país productivo. El CES ha dado un primer paso. Que no sea el único.