INSTRUMENTOS DEL DELITO

El país debe reaccionar con toda la coordinación de su institucionalidad ante signos alarmantes. El hallazgo de submarinos clandestinos para transportar droga a distancias lejanas; la constatación del uso de rutas y puertos ecuatorianos con ese mismo fin y ajusticiamientos con prácticas similares a las de mafias internacionales nos indican que no hay tiempo que perder.

Ya son tres los submarinos detectados, uno se decomisó en Colombia, en la operación antidroga donde fueron capturados los hermanos Ostaiza. Luego, en mayo, en El Oro, los uniformados encontraron otra nave. Y el último hallazgo muestra la tecnología de navegación submarina que, según las investigaciones, revela que se buscaban cubrir largos trechos para llegar en 10 días o más con 12 toneladas de droga hasta México. Son indetectables. La última nave tenía 25 metros de largo. Su costo bordea los USD 4 000 000. Los expertos dicen que en su fabricación debieron participar técnicos.

Autoridades colombianas, según el presidente Álvaro Uribe, dieron informes para la detección. La Embajadora de EE.UU en Ecuador destacó la cooperación entre autoridades locales y la DEA (Agencia Antidrogas de EE.UU.).

En junio del año pasado, la Marina incorporó seis aviones no tripulados de fabricación israelí para la intercepción marítima, por un costo de USD 23 000 000.

Otro síntoma preocupante es el incremento del sicariato. Los asesinatos a sueldo y los ajusticiamiento advierten que el drama violento que agobia a Colombia y que en México ha causado 30 000 muertos, amenaza al Ecuador.

Cabe unir esfuerzos de la Policía, las FF.AA., la justicia y la ciudadanía para evitar que las mafias internacionales del narcotráfico aniden en el país.

Suplementos digitales