Quito tendrá limitaciones severas en el tránsito durante la visita del papa Francisco, que se verificará entre el 5 y el 8 de julio.Los cálculos dicen que vendrían a la capital miles de visitantes de varias provincias del país y de países cercanos.
El interés que concita el máximo representante de la Iglesia Católica, que es la fe mayoritaria de los ecuatorianos, entraña connotaciones especiales y un operativo de grandes dimensiones.
La organización ha dispuesto cambios en los itinerarios de las líneas aéreas en los horarios cercanos al aterrizaje del avión en que llegará el Pontífice, así como restricciones temporales en dos de las vías que van al aeropuerto.
Además, se dispone áreas restringidas a la circulación vehicular en la Nunciatura (que será la casa del Papa esos días), el Centro Histórico y el parque Bicentenario, donde se espera recibir a más de un millón de fieles en la misa campal del martes. Habrá restricciones menores en la Universidad Católica y en El Quinche.
Estos sitios estarán prácticamente vedados para autos particulares, y se dispone una restricción adicional, el pico y placa: para las placas terminadas en 0 o números pares, prohibición el lunes 6, para las placas impares, el martes 7.
El Alcalde de Quito y la Iglesia, con buen criterio, han pedido al Gobierno que se declare feriado los dos días y no solo uno, dadas las dificultades que a primera vista parecen inminentes. En todo caso, los habitantes de Quito y los visitantes deben informarse y planificar sus movimientos en estos días especiales.