Ya lo dijo el Presidente en la campaña electoral 2013: el cambio de matriz productiva es uno de los objetivos del Gobierno. Junto a esa dinámica estará el cambio de matriz energética, aunque tomará su tiempo contar con la suficiente generación hidroeléctrica.
Las previsiones más conservadoras del nivel de crecimiento en los años 2014 y 2015, frente a aquellos de años anteriores, obligan a ajustar las importaciones por cuya puerta se han ido miles de millones de dólares. En esa línea de pensamiento, el secretario nacional de Planificación (Senplades), Pabel Muñoz, se mostró partidario de los subsidios mientras estos incentiven el fomento de la industria nacional hacia su robustecimiento.
No se trata de socialismo en cuanto a propiedad de los medios de producción, aunque el Gobierno haya creado 28 empresas públicas, ya que estimula a otras del sector privado. Se pone como ejemplo la industria del aluminio y el subsidio de la energía para dinamizarla.
En cuanto al rubro farmacéutico se prevé una inversión de USD 73 millones para una planta farmacéutica en Yachay, un proyecto que pretende ser estrella en materia de innovación y conocimiento.
Los datos que entrega la Senplades hablan de un 13% del Producto Interno Bruto (PIB) de inversión pública.
Lo importante es que no se trate simplemente de un nuevo ensayo parecido al modelo de sustitución de importaciones como sucedió en los años 60, una suerte de keynesianismo, con el Estado como promotor de la economía.