Freno a importaciones

Los impactos de las nuevas condiciones que impone al Ecuador la economía mundial no se han dejado esperar.

El origen es el derrumbe de los precios del petróleo, que supone el 53% de nuestras exportaciones, junto a la apreciación del dólar estadounidense.

El presidente Rafael Correa lo había dicho hace meses con claridad. La crisis petrolera se veía venir, y el sector de las inversiones sería uno de los afectados.

El recorte presupuestario anunciado hace unos días intenta paliar, en parte, los efectos de la disminución de ingresos fiscales. La medida de ajuste, empero, no sería necesariamente la única ni la última a la que la circunstancia obligue.

Las importaciones de automotores, que debido a la estabilidad económica y al crecimiento de la capacidad adquisitiva de más ecuatorianos venía incrementándose, deberán ser limitadas por los cupos que anunció el Régimen en un 50% de la demanda. Se trata de que la menor cantidad de divisas salga al exterior.

Se puede esperar un incremento proporcional en el valor del parque automotor de autos usados, que en nuestro país es muy dinámico de por sí.

El impuesto a los licores, que ya es alto, podría sufrir otro ajuste que, desde luego, se traslada al consumidor. Es otra manera de evitar que se vayan los dólares, aunque puede crecer el contrabando.

Hay que esperar que las restricciones a las importaciones, junto con el recorte fiscal, las salvaguardias cambiarias y la aplicación de varias normas dirigidas al sector productivo alivien la situación.

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