GRECIA TIENE EN VILO A EUROPA

Hoy vuelve a reunirse la comisión del Eurogrupo que analizará la situación griega. Se comenta la posibilidad de postergar las decisiones para después de las elecciones en Grecia.

La deuda helena es del 160% de su Producto Interno Bruto. Se estima que con la ayuda europea podría quedar en 120% hacia el 2020. Aun así es tremendamente alta. El problema es el impacto sistémico en una economía globalizada que puede soportar un efecto dominó de impredecibles consecuencias para una de las zonas más importantes e influyentes de todo el orbe.

Por eso se entiende, aunque no se comparta, la amenaza de descolgar a Grecia de la moneda común si no se compromete a severos ajustes fiscales. Los países más duros han sido Alemania, Holanda y Finlandia y su postura crítica no solamente obedece al carácter austero y disciplinado de sus pueblos, sino al alto nivel de endeudamiento griego en su sistema bancario lo cual supondría terribles efectos.

Los ajustes demandados a Grecia son de 1 400 millones de euros. El 20 de marzo hay un vencimiento de su deuda de 14 500 millones de euros y el monto total del endeudamiento es de 130 000 millones. El Gobierno griego empezó recortando 350 millones de pensiones y se habla de bajar el salario mínimo y de despidos masivos. La contracara de la moneda es la protesta social encendida hace un año y que puede ser crítica y afectar la gobernabilidad.

Pero el país tiene otro problema: recuperar confianza en los mercados, algo poco probable en el corto plazo.

Para Europa urge evitar el efecto contagio. El espejo de Grecia ya amenaza con los fantasmas de repetirse en países frágiles, empezando por España que ya siente los golpes del desempleo y de la contracción severa.

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