Giro histórico sobre Irán
Los países del Grupo 5+1, las potencias occidentales más conocidas, a las que se unen China y Rusia, muestran interés en la velocidad del acuerdo provisional alcanzado en Ginebra para levantar sanciones a Irán, país asiático que se compromete a usar la energía nuclear con fines pacíficos.
Desde la época del sha Mohamed Reza Palhevi, Irán adelantó un programa nuclear. Occidente se alarmó en grado sumo, y lo propio le ocurrió a Israel cuando se acercaba el final de la construcción de las plantas nucleares, en especial por el giro agresivo del expresidente Mahmud Ahmadineyad, que representaba lo más radical del fundamentalismo iraní.
Ahmadineyad era un declarado enemigo de Occidente y pensaba que el Estado de Israel debía ser borrado del mapa. El advenimiento del nuevo presidente, Hasan Rohani, también líder religioso de un Estado teocrático, marcó apertura y el acuerdo llegó. Israel sigue mirando con desconfianza a Irán.
Este país debe cumplir su palabra y las potencias vigilarán que el plan nuclear sea con fines pacíficos (medicina, energía) y no para poseer una bomba que lo catapultaría como riesgoso. La paz del planeta es cosa de todos y los diálogos son saludables aunque hay que mirarlos con optimismo y cautela. Es evidente que, cuando cese el bloqueo a Irán, este país sacará al mundo sus gigantes reservas petroleras y el precio del crudo tenderá a bajar más.