Fortalecer la frontera

La violencia terrorista desatada desde enero en Esmeraldas, por grupos clandestinos que se presume trabajan con mafias de la droga, muestra un momento distinto.

Este implica la preparación profesional especializada, la recepción de insumos y experiencias y el intercambio de información con Colombia. El vecino del norte ha sido azotado por la violencia guerrillera, las bandas criminales, el crimen organizado y el narcotráfico.

Estas violencias cruzadas han pasado alta factura en vidas humanas y destrucción, amén del daño inducido por el consumo de drogas y el dinero fácil.

Por eso es que citas de la Comisión Binacional Fronteriza (Combifron), como la de este sábado, deberán tener continuidad con acciones comunes, así como con seguimiento y cooperación.

En varias ocasiones, el Ecuador ha querido ver el problema como algo que afecta solo al país vecino. La verdad es que desde hace rato es un problema grave que nos atañe y ha crecido donde no hay presencia efectiva del Estado.

Operaciones de narcotráfico por vía aérea y marítima, territorios desde donde se controlan senderos y corredores de droga, propiedades de origen ilícito en el Ecuador, que han sido oportuna y reiteradamente denunciadas, deben vigilarse con mucha atención.

Es un objetivo que va más allá de las fuerzas del orden y compete al establecimiento institucional. Las labores de inteligencia, la preparación a jueces y fiscales y la atención al tejido social en las zonas vulnerables son prioritarias.

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